En estos días, la sensibilidad está a flor de piel así como los buenos deseos que hacer felices a los demás y por supuesto a uno mismo.

Para algunos, la fiesta es la que es el eje motor, en otros el hecho de terminar un año con logros, en otros más la reunión con los suyos y en algunos, un sentimiento de nostalgia o de momentos no gratos con la familia.

¿Vas a ser el anfitrión en la cena de navidad? Entonces procura no solo tener una mesa espléndida sino ser un generador de un buen ambiente que permita que todos los ahí reunidos logren estar en armonía y que este 24 sea una noche memorable y feliz.

La clave: el hacer sentir bien

El arte de la seducción es atraer, despertar el afecto entre los demás. ¿Por qué no aplicarlo para ese evento?

1.- Empieza por sentirte bien contigo mismo en esa cita con los tuyos, acepta a los demás tal como son para no generar inseguridad o tensión durante la convivencia.

2.-Es importante que para charlar, sepas escucharlos. Es probable que no todos se hayan llevado bien, pero es momento de promover una actitud de tolerancia y de amistad. Es el 24 de diciembre una de las mejores fechas para limar asperezas con los familiares que no son del todo de tu agrado.

3.- Sé honesto en buscar los intereses comunes. Una charla posterior a la cena y después de haber brindado tu casa para recibirlos, será el cierre perfecto para que todos estén en comunión.

4.-Esa noche, deja que tu niño interior salga. Un poco o mucho de generosidad y de abrirte a todos los que asistan, desarrollará un mejor trato que podría cambiar una mala impresión anterior. Diviértete y que no te de pena jugar, reírte, comentar, abrazar e incluso mostrar un punto de vista diferente a los demás.

En navidad, es tiempo para dejar atrás lastres afectivos o de rencor que pudieron existir con algún hermano, familiar o amigo.

Así que si quieres teneruna cena excelente, sé el mejor anfitrión en tu forma de ser y trata a los invitados como quieres que ellos te traten a ti.