Seguramente en la noche del 31 de diciembre cuando comiste las 12 uvas durante las campanadas, en lugar de deseos, preferiste formular metas por alcanzar que llevaran implícitas tu intención de lograrlas. ¿Sabías que la intención es tu voluntad de hacer algo mientras que un deseo no necesariamente significa que debas de iniciar la acción para llevarlo a cabo? es algo que añoras pero que quizá puede ser, o quizá puede no ser. ¿Te has preguntado porque no tienes el efecto deseado de los propósitos que planteaste el año anterior? Sencillamente porque no hubo una reflexión y no tomaste conciencia sobre lo que pedías: fue una simple lista de “buenas intenciones”. Éstas son válidas cuando se llegan al término en su efecto real o tangible para tu bien y si no lo logras, pueden causarte el efecto adverso de sentir que nada es posible de realizar. Por esa razón para que este año no te vuelva a pasar, crea objetivos en tu mente y dales la motivación necesaria para que sucedan. Tu mente es un generador incasable de ideas. Su actividad la puedes enfocar en propósitos que te mantengan activa desde el primer instante en que los formulas. Metas por lograr Empieza por definir lo que te gustaría dejar de lado en tu vida. De entrada, hacer este reconocimiento te ayudará a formular un listado de lo que puedes lograr a partir de que quites aquello que te afecta, te inmoviliza o no te genera beneficio alguno. Con ello, desde hoy tomarás la rinda de lo que quieres en el 2011. 1.-Enumera las metas de lo que deseas alcanzar el próximo año. Escríbela y dale prioridad a aquellas que con el simple hecho de pensarlas, te genera una emoción. La conectividad que existe entre lo que piensas y lo que te motiva es factor que impulsa a que se cree el efecto que esperas en lo real. 2.-Sé objetiva con tu lista.-No dudes. Guíate por tu instinto. Empieza lo importante, no lo urgente. Las metas deben ser escalonadas, es decir que una te llevará a otra. No empieces por lo que sean deseos o ilusiones. Pueden esperar para el momento que ya tengas más elementos para convertirlos en algo real. La lista no debe ser exhaustiva. Dale consistencia a objetivos claros y precisos. 3.- La acción puede todo.- Desde tu pensar hasta tu hacer deben estar en movimiento. Rompe la inercia del “no pensar” ya que es un riesgo que inhibe el que logres objetivos. 4.-Planea tus objetivos.- Dale peso a lo que vas a lograr. Nadie llega a ningún lugar si no sabe porque quiere ir ahí. Al hacer esta “toma de conciencia” te ayudará a que no flaquees ante lo que quieres aún cuando se presenten obstáculos. 5.-Confía en ti.- Ejércela con tu decisión. Persevera en soledad. Recuerda que el cambio lo quieres tú y la beneficiada eres siempre tú antes que nadie. No voltees a buscar quien te aliente, porque todos están siguiendo sus propios objetivos. La calidad de tus pensamientos es lo que determina tu nivel de vida. Tú los generas, tú los eliges y les pones intención. Si logras esto, es seguro de que los propósitos que te plantees para este 2011, serán objetivos alcanzados al término del tiempo en que los esperas.