El Papa Benedicto XVI se convirtió en el primer jefe de la Iglesia Católica en participar en una sesión televisada de preguntas y respuestas.

El programa pregrabado fue transmitido por la cadena italiana RAI en la tarde del viernes.

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A pesar de que llegaron miles de preguntas tras la convocatoria televisiva, sólo fueron seleccionadas siete interrogantes a las que el Papa respondió en el programa de 80 minutos.

La mayoría de las preguntas, de gente de todo el mundo, se refirieron a la lucha contra el sufrimiento.

Los telespectadores vieron una pantalla dividida: el Papa sentado en la biblioteca del Vaticano en la parte izquierda y quienes formularon las preguntas, que fueron filmados cerca de sus hogares, en la parte derecha.

Preguntas

La primera pregunta la hizo una niña de siete años traumatizada por el terremoto y el devastador tsunami ocurrido en Japón.

La pequeña le preguntó al Papa por qué ella y otros niños tienen que sentir miedo. El Papa respondió que él se había hecho la misma pregunta.

"No tenemos las respuestas, pero sabemos que Jesús sufrió al igual que tú lo haces", dijo.

Otra interrogante la planteó la madre italiana de un niño que desde hace mucho tiempo se encuentra en estado de coma.

Ella le preguntó a Benedicto XVI si su hijo todavía tenía un alma. El Papa le respondió que sí, que su alma sigue presente en su cuerpo.

"La situación, tal vez, es como la de una guitarra cuyas cuerdas se han roto y por lo tanto ya no se puede tocar", dijo.

"El instrumento del cuerpo es frágil como ese, que es vulnerable, y el alma no puede tocar, por así decirlo, pero sigue presente", añadió.

A una mujer musulmana en Costa de Marfil, que le pidió consejo sobre cómo lidiar con el conflicto que ha afectado a su país, le respondió que la gente debe mirar a Cristo como un ejemplo de paz.

"La violencia no viene de Dios, no ayuda a traer nada bueno. Es una forma destructiva y no es el camino para escapar de las dificultades"

Papa Benedicto XVI

"La violencia no viene de Dios, no ayuda a traer nada bueno. Es una forma destructiva y no es el camino para escapar de las dificultades", señaló.

Además, refiriéndose a los estudiantes cristianos en Irak -cuando le preguntaron cómo alentar a sus compañeros cristianos a no huir del país- Benedicto XVI expresó que la Iglesia estaba fomentando el diálogo entre las religiones.

Idea "loca"

El corresponsal de la BBC en Roma, Duncan Kennedy, dijo que el programa sería visto por los críticos como un espacio televisivo muy controlado.

No hubo oportunidad de hacer preguntas difíciles sobre la Iglesia, como por ejemplo sobre los escándalos sexuales de sacerdotes que opacaron la Semana Santa del año pasado, agregó.

Sin embargo, el Vaticano considera el programa como un primer paso en su esfuerzo global para ser más responsable y transparente, tras las acusaciones de que la Iglesia ha fracasado en ser abierta sobre los recientes escándalos, agregó el corresponsal.

Hasta ahora, el Papa sólo ha respondido preguntas formuladas por periodistas en los aviones durante los viajes que ha realizado al extranjero.

El programa fue grabado en la biblioteca del Vaticano hace una semana y se transmitió en la tarde del Viernes Santo.

El presentador del programa, Rosario Carello, dijo que el proyecto inicialmente parecía "una locura", pero que vio "algo en el estilo del Papa Benedicto XVI que les llevó a proponerle la idea".

"Nosotros lo propusimos y él aceptó", señaló Carello según informó la Agencia Católica de Noticias