Recuerdo una tarde en el supermercado Pola de Santiago me encuentro en la línea de Caja con el Padre César, con la alegría que lo caracteriza me hace una pregunta al oído "Hey ya te casaste, tienes novio? y al conocer mi respuesta, de ese momento, me dice "comienza a besar sapos, que los principes no existen, ahora los principes vienen disfrazados de sapos" Considerando el consejo de mi amigo sacerdote comencé a bajar mi lista de requisitos.
No me parece justo que la sociedad nos presione para que seamos las trabajadoras más competentes, preparadas profesionalmente, las mejores madres, las más arregladas... Cada vez nos piden y nos pedimos más a nosotras mismas; sin embargo que cuando se trate de buscar a un compañero nos advierten que los tenemos que aceptar tal cual es y que no exijamos demasiados requisitos, que el hombre ideal solo existe en peliculas o telenovelas.
Por qué tenemos que buscar la excelencia en todos los renglones de nuestra vida menos en nuestra pareja?
Por qué tenemos que ser más exigentes con nosotras mismas que con nuestros hombres?
De todos modos debemos de saber que es lo que buscamos y queremos de este hombre que compartiremos nuestra intimidad.
Creo que a la gran mayoría nos gusta el hombre que nos respete, el que intenta comprendernos, que se deja conocer y no está lleno de paredes y misterios, el que es suficientemente fuerte para ayudarnos en momentos dificiles en vez de partir como cobarde a esperar una resuelva sola y que además se deje ayudar, el hombre que da cariño y se deja acurrucar, el que nos hace reir y se rie con nosotras. Tambien nos gustan los buenos conversadores, los que nos apoyan cuando tenemos un proyecto y los que creen en nosotras. Nos gustan los hombres sinceros, los que saben mantener la pasión. Los que creen que somos especiales y así nos lo demuestran.
Creo esta es la lista de requisitos que realmente nos importa de los hombres. No necesitamos al más guapo, ni al más musculoso, ni al más rico. Lo que queremos es alguien que adore nuestra identidad al igual que nosotras adoraremos la suya. Si además es atractivo, interesante y con un sueldo fabuloso, no vamos a decir que no, pero no es lo que necesitamos.
Por que será que en los primeros momentos de una relación nuestro chico nos parece de lo más atractivo; el mas adorable, educado, amable, ingenioso para hacernos reir, interesado por nuestros hobbies y también intenta simpatizar con nuestros amigos. Durante un tiempo creeremos haberlo encontrado, el hombre sin defectos; pero el tiempo es la prueba más dura que tiene que superar nuestro hombre ideal, para demostrar quien es realmente.
"El que busca encuentra" dice el refrán; si estamos dispuestas a no conformarnos y seguir buscando al hombre ideal aprendiendo de errores pasados.
Seguro estamos dispuestas a tolerar algunos defectitos, pero queremos lo mejor, porque es lo que nos merecemos. Y debemos estar decididas a disfrutar en esa búsqueda.
Probablemente no aparezca a la primera, seguro que necesitamos varios intentos, pero aprenderemos y disfrutaremos de todos ellos para estar listas cuando aparezca nuestro hombre perfecto. El hombre ideal tiene que estar en algún lado, pero es improbable que llame a nuestra puerta así que tendremos que salir a buscarlo.
Jenny García.
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