Casi todo el mundo come de prisa, habla de trabajo durante tu tiempo de alimentos o lleva su mal humor a la mesa o come mientras ve el televisor sin darse cuenta de que le resta importancia al acto de comer.

En toda cultura, el arte de alimentarte es un ritual que trasciende el mero acto. Es un evento en el que se reúne la familia, se comparten vivencias, sentimientos y estados de ánimo además de platillos que fueron realizados con la intención de halagar a todos los comensales.

Tomar conciencia del acto de alimentarte y compartir con los demás es parte de lo que tu espíritu requiere para ser feliz.

La convivencia equivale a la meditación y te conecta con tu yo esencial. Al comer reflejas la forma en que eres ante los demás y el ánimo que lleves a la mesa es justamente lo que te estás llevando a tu cuerpo. Sin no disfrutas del arte de la cocina, si no tomas el tiempo adecuado para digerir o de disfrutar los olores, sabores y la convivencia, prácticamente no estás alimentando a tu cuerpo y por ende, a la salud de tu cuerpo.

El fundamento del arte de comer viene de la teoría Zen en la que la experimentación del goce al ingerir un platillo hace que tu mente se centre en ti sin distracción alguna.

Así que si quieres aprovechar al máximo tus alimentos, no hables de trabajo ni de problemas en la mesa y mucho menos comas de prisa. Nutre tu ser de buena comida: tiempo, una charla positiva, un sentimiento compartido o de los sabores que posee lo que seleccionaste para comer.


Informacion Original de:
Mundo 52.