Por Jenny Garcia. Esta mujer blanca de "clase media", que muchos creen culpable de asesinar a su propia bebé, se ve libre.

Todos deberíamos esforzarnos más en mostrar nuestra indignación.

La desgarradora realidad es que una niña murió y quedó cruelmente en el bosque para descomponerse.

La violencia contra los niños sucede todos los días, en los Estados Unidos y todo el mundo.

Nos debiéramos preguntar: Qué tipo de mundo nos permite pretender que esto "solo" fue una tragedia anormal?... Si, fue una tragedia, muy mundana y aun sin resolver.

En verdad, parece que lo que capturó la atención del jurado es que la madre y la hija no cabían en las imágenes de abusadora y abusada.

Es falso suponer que personas blancas y/o personas "pudientes" no abusen de los niños, o que no tengan experiencia de abuso con niños.

Lo que es cruel, es cuando nuestra sociedad sólo parece importarle cuando se abusa de los niños. No cuando mueren tras desaparición.

Por otra parte, esta realidad tiene un efecto de bola de nieve, es parte del impulso que sostiene ciclos de sufrimiento y delincuencia.

Casey Anthony no era una repetida acusada. Pero si muestra señales de que ella no es una persona sana emocionalmente.

Como parte de su defensa, ella declaró que había sido abusada sexualmente por su padre cuando era una niña. Si esto es cierto, ella es como la mayoría de los que son condenados por delitos de niños; que alguna vez fueron víctima de alguna forma de abuso infantil.

Hay que trabajar mejor el interés de los niños, utilizar este caso para pensar en cómo podemos reorganizar el bienestar de la infancia, de la educación pública; para mejorar, proteger y cuidar a todos los niños y sus familias.

Hay que trabajar mejor el interés de la justicia exigiendo que prisión ya no se utilice como un castigo por ser negro, pobre, hispano, blanco o re-incidente.

Debemos servir mejor los intereses de los niños y nuestra visión de igualdad racial para abrir los ojos ante el cada día de violencia que va junto con ser un niño pobre, de color, hispano o blanco en los Estados Unidos; algunos con un mínimo acceso a alimentos sanos, educación adecuada, cuidado de niños de alta calidad y servicios de salud mental para familias sobrecargadas.

Estas son todas las formas de violencia contra los niños en un país tan rico como el nuestro.

Con una aceptación casual de graves desigualdades de pobreza, los Estados Unidos crea autores y víctimas todos los días.

Pero también se oculta la existencia de abuso y otras formas de malos tratos bajo la capa de respetabilidad. (Como vimos recientemente en la Ciudad de New York un maestro de escuela abusando de niños, como hemos visto en algunas iglesias)

Por supuesto brillantes abogados y médicos van a proteger las consecuencias, pero todos nosotros debemos ser capaces de aprovechar los recursos de calidad para mejorar la atención de niños y familias, así como la representación jurídica efectiva en los procesos judiciales.

Para honrar la memoria de la niña Caylee y la de los miles de niños víctimas que nunca se convierten en nombres, vamos a reorientar nuestras ideas sobre la justicia. Aplicarla de manera preventiva y a nivel global.

En una corta distancia de donde estás ahora, es probable que hay niños que viven en la extrema pobreza. Hay padres con falta de recursos para atender a sus hijos.

Hay personas que padecen enfermedades mentales graves con atención inadecuada. Hay niños tan frágiles, vulnerables a punto de convertirse en la próximo niña Caylee.

No quisiéramos mejor intervenir y capturarlos ahora, en lugar de colgar al asesino más tarde?

Jenny García.