New York, por, Lissette García,

En las calles de Caracas no se escucha otra cosa que no sea, la maldición del Libertador, hacen referencia al hecho tan conocido por todos, recuerdan el pasado 16 de julio del 2010, cuando el Mandatario desenterrara los restos de Simón Bolívar, con la supuesta intención de saber , si el Libertador murió de Tuberculosis o si fue envenenado, etc, etc, etc.

Venezuela esta mas que consiente que solo fue un ardid para desviar la atención del país, pues estaba pasando por momentos críticos, claro no menos críticos que los actuales, dicen que por haber tenido el atrevimiento de molestar los restos de Bolívar, todos los que estuvieron presentes, están bajo la maldición y morirán uno a uno, hasta la fecha han muerto cinco de los que estuvieron en dicha exhumación.

Entre los presentes y que según señala el populacho ya no estará jamás, pues se la llevo el Libertador es la recordada Lina Rhon. Bueno Como olvidar esos mensajes de Twitter del Presidente Chávez,”Tiene que ser ese el esqueleto glorioso pues puede sentirse su llamarada, Dios mío, Cristo mío”. Cuidado Chávez, que ese “Glorioso esqueleto viene tras tus huesos”.

Con la repentina ida a Cuba de Hugo Chávez se despertaron miles de rumores, hasta que de repente anuncia por televisión que ha sido intervenido dos veces y que fue diagnosticado con Cáncer, pues al intervenirlo para extirparle un absceso de grasa encontraron un tumor que le fue retirado, no sigo mas con el relato tan absurdo e insultante de este gran maestro de la mentira, acaso alguien ha visto en algún momento un indicio, aunque sea pequeño de que haya estado en cama convaleciente?, lo vieron en ocasiones recibiendo atención medica, noooooooo, solo se mostraba complaciente y hablando muy relajado con sus canchan chanes, Raúl y Fidel, ósea la familia Máster en Maldad y los expertos mas maquiavélicos que pudo parir el Caribe.

Venezuela despierta que no hay que dejarse manipular de tal manera, está buscando claramente una forma de echarse el pueblo de nuevo al bolsillo. OJO.

Lissette Garcia

RosasSinEspinas