Por Jenny Garcia. Su vida habría podido tomar un curso tan diferente. Este hombre que se hizo el primer gobernador elegido Africano-Americano. Qué extremo tan maravilloso a un principio tan desfavorable.
Un modelo real, de inspiración y ejemplo para la juventud, muchos hoy en día con fondos similares.
En escuelas y en vecindarios a través de este país, una nueva generación de los fabricantes de la historia está floreciendo; otro Barack Obama, otra Sonia Soto Mayor; con un inicio de historia en común, otros jóvenes están allí, pero parecen demasiado cargados por las circunstancias de la vida.
Vemos con frecuencia una alta escala de jóvenes que abandonan la High School secundaria, que no continúan la Universidad; hay un boquete, un abismo entre el logro de negros, blancos y latinos ingresando y continuando la Universidad.
No hay excusas para continuar un ciclo que hace tanta falta en nuestras comunidades.
En lugar de cargarles las circunstancias a los siguientes fabricantes de la historia, demosle el ejemplo de levantar e inspirar a la juventud de hoy, hablemos con ellos; no de carros nuevos ni de otros; sino de cultura que les demuestre otra puerta, otras salidas; porque sino serán otros los que les demostraran y les inspiraran a que persigan otra trayectoria.
Qué sucedería si les proporcionamos conferencias académicas? Una gran diferencia haría la oportunidad de traer la educación a muchachos y muchachas jóvenes quiénes nunca han oído hablar de Princeton, de Yale o New Haven.
Qué sucedería si los que "lo hicieron” los que dedicaron su tiempo a mejorar sus vidas se dirigen a la gente joven que necesita, no aleatoriamente, sino con un plan?
En nuestras comunidades y en nuestra herencia, Latino-Americana, tenemos los recursos que necesitamos para cerrar esos boquetes del logro, reducir el nivel de pobreza, y equipar a nuestros niños para futuros más brillantes.
Nosotros somos el recurso y esto es una llamada a la acción. Donde aquí estamos a pasos "orales" de los nuevos constructores de la historia.
Como sus líderes, primero debemos confiar en la educación como soporte de excelencia para todos nuestros niños.
La educación es ese privilegio que asegura la promesa de una mejor vida, más allá de la línea de la pobreza que ha llevado para atras las esperanzas y los sueños de muchos.
Como sus líderes, debemos inspirar a los líderes del manana mientras se sientan en las aulas de clases, cada vez con menos instrucciones; para que volviendo de las escuelas, a las escuelas del hogar, mantengamos una presencia, demostrando con nuestros ejemplos que seran los niños del éxito y del logro.
Les demostraremos una mejor manera, un nuevo paradigma para una economía cada vez más global, para que sus nombres aparezcan en los libros de historia, en periódicos y en Internet.
Pero nuevos temas serán necesarios, y nuestros niños deben ahora ser preparados para caminar en los pasos iniciales y hacer cada vez los pasos mas grandes, más largos de los que hemos hecho antes.
No podemos sentarnos en las líneas laterales y pedir a otros que hagan las cosas que podemos hacer nosotros mismos. No podemos negar a nuestros niños la experiencia de un encuentro personal con el éxito. Nosotros somos sus líderes, los padres, y necesitamos dar toda nuestra energía para asegurar a las generaciones futuras su lugar en nuestra historia, en el porvenir.
Jenny Garcia.
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